Las razones para cuidar tu crédito ahora más que nunca

POR GISELLA CANALES EWEST
La posibilidad de tener acceso a financiamiento o a un crédito es valiosa en cualquier etapa de nuestra vida, pero lo es aún más cuando enfrentamos una situación económica difícil, como ocurre actualmente en Nicaragua.

¿Por qué? Precisamente porque con crédito podríamos aprovechar una posibilidad de inversión, hacer crecer nuestro negocio, cubrir un gasto grande sin afectar nuestra liquidez o disponibilidad de efectivo, entre muchas otras posibilidades que pudieran surgir en un entorno cambiante y difícil como el que vivimos.

in embargo, como te expliqué en este artículo, no se trata solamente de recibir el préstamo, sino que debemos ser cuidadosos en qué tipo de crédito es el que vamos a tomar, si queremos que sea un factor de apoyo y no de retroceso para nuestro bolsillo. Además, debemos tener claro cuándo realmente necesitamos un crédito y si podemos pagarlo, de modo en que no afectemos nuestro futuro.

¿Por qué afecta nuestro futuro?
Porque una vez recibimos un crédito formal, –es decir uno realizado de acuerdo a la regulación de las leyes nacionales– debemos cuidarlo, de manera que podamos seguir disponiendo de financiamiento cuando lo necesitemos. Por ello debemos cuidar nuestro crédito.

¿Cómo cuidar el crédito?
Evidentemente pagando, pero haciéndolo a tiempo. Y esto aplica a asalariados y dueños de negocios, pues recordemos que todo financiamiento se verá reflejado en tu récord crediticio (incluso aquellos de empresas distribuidoras de productos o casas comerciales) y esto puede abrirte o cerrarte puertas.

Tené presente que el récord crediticio refleja el comportamiento de tus créditos, tanto el bueno como el malo, y esa información permanece visible durante al menos cinco años, según las leyes de Nicaragua, de modo que, aunque pase el tiempo, cualquier “mal paso” en tu crédito será visible cada vez que alguna empresa o institución la revise. Y menciono empresa porque cada vez más revisan las centrales de riesgo como proceso de filtro para aplicación a puestos de trabajo.

Otras recomendaciones:
• Si tenés un crédito vigente y al día, protegete planificando tus pagos de forma constante hasta crear una disciplina y orden en tus finanzas personales y familiares.
• No caigás en el error de solicitar varios créditos a la vez sin medir de forma adecuada tu capacidad de pago. Para ello es importante monitorear tu nivel de endeudamiento.
• Optá por créditos formales, pues te dan ventajas al estar regulados y tener tasas de interés menos costosas que los préstamos informales.

¿Y qué pasa si ya descuidé mi crédito?
Precisamente debido a la situación económica que atraviesa el país, es probable que tus créditos no lleven el camino que te habías propuesto, que hayás tenido algún atraso o incluso, hecho reestructuración (cambiar los términos y condiciones firmadas originalmente en un crédito, como consecuencia de un deterioro en la capacidad de pago del deudor).

Si ese fuera el caso, tené presente que un crédito reestructurado que sea calificado como categoría C o D, sí puede volver a ser categoría A (la de los mejores pagadores), si lo has pagado en tiempo y forma al menos durante seis meses consecutivos, y que se haya pagado monto equivalente al 25% del saldo reestructurado.

No olvidés que esto solamente aplica a los préstamos formales o regulados, es decir los otorgados por las instituciones debidamente conformadas, registradas y supervisadas por la Comisión Nacional de Microfinanzas (CONAMI) o por la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras (SIBOIF).

Si tu crédito no es formal, por muy buena paga que seás, esto no se verá reflejado en las centrales de riesgo, por lo que, a la hora de hacer una solicitud ante una institución formal, no existirá ese registro y no podrá ser tu carta de presentación.

Y en caso de que tu crédito sea otorgado por una institución financiera formal, te explicarán todo sobre tu préstamo, las condiciones en que te lo otorgan, te harán recomendaciones para tu negocio y estarán siempre dispuestos a seguirte apoyando y lo que tenés que hacer es solamente pagar a tiempo, ser responsable con tu inversión y cuidar que tu préstamo venga de fuentes seguras y confiables. También recordá pedir constancia de la cancelación de tus créditos.

En caso de que estés en mora en este momento y querrás salvar tu historial crediticio, lo mejor es que te acerqués a la institución financiera con la que trabajas para exponer el tu caso. No dejés pasar más tiempo ni esperés que te cobren: si hay voluntad de pago siempre se llega a un arreglo.

Los comentarios están cerrados.