Crisis. La caída del turismo ha golpeado a las micro-financieras en Nicaragua, mientras los proveedores de fondos interna-cionales les han cortado líneas de crédito debido al aumento del riesgo país.
Manuel Bejarano
La cartera de crédito de 22 microfinancieras, vinculadas a la Asociación de Microfinanzas (Asomif), sufrió una caída en 2018 de cerca del 22%, perdiendo más de US$101 millones.
Un reporte publicado en la web de Asomif indica que al cierre de diciembre de 2018, esas empresas manejaban una cartera de US$368.5 millones, 22% menor a la del mismo mes de 2017, cuando tenían en cartera US$469.8 millones.
Asomif tiene 28 empresas de microfinanzas, pero no todas reportaron los montos de sus carteras de crédito ni la cantidad de clientes al finalizar el año pasado.
Las 22 microfinancieras mencionadas también perdieron más de 104,000 clientes al cierre de 2018, alrededor del 21% con respecto a 2017.
Verónica Herrera, presidenta de Asomif, afirmó que el sector de microfinanzas ha sido afectado por la caída del turismo en el país.
“Es uno de los primeros factores que nos ha impactado negativamente, porque nosotros habíamos entrado bastante en el sector turístico y habíamos crecido bastante. Si esa actividad no está activa, lógicamente no va a demandar créditos”, afirmó Herrera.
La presidenta de Asomif señaló que las microfinanzas en Nicaragua también han resentido la contracción económica general del país.
Recordó que la economía venía creciendo más de 4% anualmente, pero se contrajo alrededor de 4% en 2018.
“Obviamente, eso demanda menos créditos. La gente está muy prudente, muy cuidadosa y no se atreve a invertir”, dijo la empresaria.
Más pobreza
Herrera informó que al haber una incertidumbre y un mayor riesgo-país, los acreedores internacionales han desacelerado las líneas de crédito a las microfinancieras de Nicaragua.
“El año pasado cerramos con US$102 millones menos que en el 2017”, de fondos de los acreedores, manifestó Herrera.
La presidenta de Asomif dijo sentirse más preocupada por la cantidad de clientes que han perdido las microfinancieras, que por la cartera de crédito, ya que “impacta más en el tema de la pobreza de la población nicaragüense”.
“Ha habido familias que han decidido irse en vez de seguir su vida en Nicaragua y eso también nos ha impactado, y sabemos que es una consecuencia de la crisis”, mencionó Herrera.
Para Gloria Ruiz, gerente de la microfinanciera ProMujer, nadie se imaginó que en Nicaragua iba a haber una crisis “sin precedentes”, como la actual.
“Todas las industrias han sido golpeadas y lógicamente de eso no escapan las microfinanzas. Definitivamente, el sector más golpeado de la población es el más pobre”, expresó Ruiz.
La empresaria afirmó que miles de personas tuvieron que migrar y que miles de ellas eran clientas de ProMujer.
“La salida masiva de estas clientas obviamente nos iba a impactar en la cartera. Nos golpeó durísimo. Nosotras perdimos en el 2018 alrededor de US$11 millones. Fue una caída tremenda. De US$28 millones que teníamos en 2017, caímos a US$17 millones. En ese período perdimos alrededor de 13,000 clientas”, aseveró Ruiz.
ProMujer es una microfinanciera que trabaja con créditos muy pequeños, de alrededor de US$300, predominantemente en el sector comercial.
Ruiz sostuvo que son personas muy pobres que han sido beneficiadas por esos microcréditos.
“También tenemos artesanas de cuero y calzado, cerámica, que incluso algunas han tenido que suspender sus talleres. Muchas de las que hacían zapatos ya no tienen sus talleres”, expresó la empresaria.
Expectativa
El sector de microfinanzas de Nicaragua se plantea un escenario conservador para el 2019, en el que las empresas no desean seguir disminuyendo su cartera de crédito.
“Sabemos que aún hay clientes interesados en manejar crédito, aunque sea en menor escala: menores montos, menores tamaños de sus negocios; pero, al fin y al cabo quieren seguir y para ellos nosotros tenemos que seguir manteniendo los créditos”, explicó Herrera.
“No esperamos crecer en cuanto a cartera de crédito, sino simplemente mantener los niveles que hasta el cierre de diciembre se tenían”, indicó la presidenta de Asomif.
Por otro lado, la empresaria subrayó que si en el país se encontrara una solución a la crisis sociopolítica, a través del diálogo, todos los sectores retomarían de inmediato el reto de levantar la economía, entre ellos el de microfinanzas.
“No esperamos crecer en cuanto a cartera de crédito, sino simplemente mantener los niveles que hasta el cierre de diciembre se tenían”, indicó la presidenta de Asomif.
Por otro lado, la empresaria subrayó que si en el país se encontrara una solución a la crisis sociopolítica, a través del diálogo, todos los sectores retomarían de inmediato el reto de levantar la economía, entre ellos el de microfinanzas.
Todos los nicaragüenses estamos apostando a que si se resuelve la parte política, sería un retomar casi de inmediato de todas las industrias, así que si pasa eso, la expectativa sería diferente: volveríamos a un ritmo de crecimiento, no tan grande como en los otros años, pero sí positivo”, dijo Herrera.
Gloria Ruiz dijo que pese a la crisis, su microfinanciera se propone seguir diversificando productos y servicios, y mantener la cartera de crédito, asegurando que “las clientas que tienen un buen historial sigan con sus créditos”.
Las reformas
Las microfinancieras también están expuestas a ser golpeadas por las reformas fiscales impulsadas por el Gobierno, además de las reformas del seguro social ya aprobadas.
“El tema de los impuestos nos preocupa. No es cierto que solamente a la gran empresa vaya a impactar. Nosotros hicimos todo un análisis y nuestros costos administrativos aumentan. El cambio en el seguro social significó automáticamente un 5% de incremento, y si la reforma a la ley tributaria se llega a aplicar, va a significar entre un 7% y 8% en los gastos administrativos y financieros, porque hay un cambio en la tasa cargada a los intereses generados por los acreedores internacionales”, explicó la presidenta de Asomif.
El sector de microfinanzas de Nicaragua se plantea un escenario conservador para el 2019, en el que las empresas no desean seguir disminuyendo su cartera de crédito. Archivo/END- El sector de microfinanzas de Nicaragua se plantea un escenario conservador para el 2019, en el que las empresas no desean seguir disminuyendo su cartera de crédito. Archivo/END -
En 2018, ProMujer cerró más de cien empleos a consecuencia de la crisis sociopolítica y económica.
“Fue bastante duro porque aquí nosotras tuvimos que despedir a personas que tenían 20 años, 18 años, 15 años de estar en la organización, con mucha experiencia. Tuvimos que compactar sucursales y centralizar operaciones”, lamentó Ruiz, quien añadió que “el tiro de gracia ha sido el incremento del aporte del INSS a la patronal, que es un gasto que nos está sacudiendo fuertemente y obligando a sacar más gente”.
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