* Por: Denis Alemán Casco, Gerente General FUNDENUSE
Han pasado más de 25 años desde que las instituciones de microfinanzas (IMF) y financieras, comenzaron a ofertar sus servicios a la población, durante todo este periodo las IMF han adquirido experiencia, identificado las necesidades de la población, administrando riesgos, y cumplen con su misión y visión social de proveer a la población una variedad de productos financieros adecuados a sus necesidades y su entorno. Las relaciones de largo plazo con sus clientes, les ha permitido un posicionamiento fuerte y una imagen sólida en el país. Por tanto, las instituciones se encuentran en una posición privilegiada de ampliar la oferta de servicios y la calidad de los mismos.
Las IMF han adaptado sus metodologías y productos de crédito para cubrir apropiadamente las necesidades y demandas de los clientes, apoyando a la población que no tiene acceso al crédito en la Banca.
Antes de ofertar un producto, las IMF llevan a cabo un proceso de implementación, primero planifican y hacen un diagnostico institucional, elaboran un estudios de mercado, diseñan y realizan un pilotaje del producto, luego se efectúa la evaluación; según los resultados del estudio se hacen modificaciones al producto y este es lanzado al mercado para su comercialización. No se puede obviar el manejo adecuado de las metodologías que cada institución utiliza con sus clientes, porque esto garantizará la eficiencia y sostenibilidad de los productos.
Las metodologías que las instituciones elijan, dependerán de los objetivos que persigan; entre ellos: promover el desarrollo del negocio y mejorar el bienestar de los clientes, principalmente aquellos con problemas de sostenimiento. Las metodologías crediticias son las siguientes: Grupos Solidarios, Banca Comunal y Crédito Individual. En ASOMIF atendemos 72,000 clientes en grupos solidarios, 71,600 en banca Comunal y 412,000 individuales.
El objetivo de la Metodología de Grupos Solidarios es lograr la inclusión financiera. Los grupos solidarios se conforman de tres a ocho microempresarios del sector informal, con tamaños de negocios y necesidades similares que carecen de garantías prendarias y reales, que por voluntad propia cada miembro del grupo está dispuesto a respaldar por solidaridad el crédito que la institución le ha otorga a los miembros del grupo.
Bajo esta metodología grupal, se diseñan productos financieros adaptados a las necesidades de los clientes, priorizando el segmento de mujeres con bajos ingresos en el sector urbano y rural.
Los Bancos Comunales son organizados por grupos solidarios. La metodología fue diseñada con el objetivo de buscar el empoderamiento de las mujeres de bajos ingresos económicos, de las áreas urbanas y rurales del país. A nivel general es un crédito destinado a capital de trabajo, inversión en activos fijos productivos y gastos de temporada. Sin olvidar la prioridad que le brindan a las mujeres en el aspecto de salud, crecimiento personal y desarrollo empresarial.
La metodología de crédito individual, es utilizada para atender al segmento de pequeños y medianos empresarios; y productores que cumplen con los requisitos de cada institución, se evalúa las condiciones y capacidades para asumir una responsabilidad financiera que les permite crecer en activos. Esta metodología permite a los clientes acceder a productos financieros de agua y saneamiento, educación, salud, vivienda con asistencia técnica, productos solares y eficiencia energética, mujeres emprendedoras, capital de trabajo e inversión fija para actividades comerciales y productivas; y línea de crédito productiva con enfoque ambiental para los clientes del sector agropecuario.
El desarrollo de las 25 instituciones afiliadas a la Asociación Nicaragüense de Instituciones de Microfinanzas (ASOMIF), ha sido la innovación y los beneficios que brindan a los clientes, creando así un efecto positivo en la economía del país.